Hay tanto en la vida con lo que comprometerse y con lo que no… Solemos juzgar la falta de compromiso como una excusa o manera con la que no crecer ni evolucionar.
Con el compromiso se crea una energía que dice “sí” de corazón a lo que está delante de ti.
¿Cuál es tu motivación?, ¿con qué frecuencia practicas?, ¿con cuánta disciplina?, ¿por qué y para qué haces yoga? Si nunca te has cuestionado ninguno de estos aspectos puede que éste sea el punto de partida.
Aceptar la realidad supondrá que asumamos el compromiso, y no hay otra manera de cultivar el compromiso que a través de la motivación. Todo está relacionado…
El poder del compromiso
Practicar yoga con compromiso nos favorece a nivel completo con un cuerpo fuerte y flexible, una mente en quietud y un espíritu puro.
Conseguimos conciencia mental, física y emocional que perdura en el tiempo, no solo durante el rato que estás haciendo posturas encima del mat.
«Hay una diferencia entre interés y compromiso. Cuando estás interesado en algo, lo haces cuando las circunstancias lo permiten; pero cuando estás comprometido con algo, no existen las excusas, solo resultados.»
Art Turock
La falta de compromiso nos lleva a practicar sin sentido, sin valor y sin resultados; el yoga nos enraiza con la vida y nos hace progresar como seres humanos.

TAPAS: EL TERCER NIYAMA
Quizá hayas oído hablar de tapas, uno de los niyamas que, a su vez, conforman los ocho pasos del yoga. Hace referencia a la fuerza de voluntad y a la disciplina.
Tapas nos enseña a darle prioridad a la práctica y a mantenerla en los años. Para ello:
- Proponte objetivos alcanzables y ayúdate de tu fuego interno para eliminar los obstáculos que frenen tu propósito. No sería realista proponerse practicar rocket yoga 7 días a la semana durante 3 meses seguidos… Menos es más.
Se trata de buscar la solución para cumplir tu promesa ante la imposibilidad de realizarla: quizá tengas que practicar menos tiempo, adaptar la sesión en días de mucho cansancio…
- Comprométete contigo y con tu práctica.
- Celebra cada meta cumplida y agradécete el esfuerzo que supone.
- No confundas compromiso con obligación.
- Prioriza el yoga en tu lista de preferencias.
- Establece tu “por qué”, tu “para qué”. Recapacita todo lo que te aporta y piensa en las sensaciones que se quedan en ti al terminar savasana y a lo largo del día.
Si la palabra compromiso aún asusta, podemos cambiar el enfoque, podemos practicar yoga “con promesa” hacia nosotros mismos.
VRATA: EL VOTO YÓGUICO
Vrata, término sánscrito originado en los Vedas y las Upanishads, significa voto o devoción, y hace referencia a un compromiso deliberado, de acción personal para mejorar el bienestar propio y de los demás.
Asociamos los votos a bodas o uniones en las que se hacen promesas de mutuo compromiso, ya sea escrito o hablado, pero… ¿qué te parece hacer un voto por y para ti?
Puedes crear tu voto personal con la práctica de yoga o con lo que puedas (y quieras) comprometerte, y después encuentra la manera de llevarlo a cabo.
Un voto, por ejemplo, podría ser: Acepto que tengo mucho que mejorar y prometo practicar con amor, cuidado, sin compararme y sin esperar resultados inmediatos. Me comprometo con el disfrute de la práctica de yoga.
Cada individuo está en puntos diferentes y cada uno percibe el yoga de manera muy distinta y personal.
Una vez que lo tengas claro, busca la manera de practicar ese voto de manera responsable. Dedícale unos minutos diarios, hazlo desde el corazón, escribe o recita el voto tantas veces como quieras y disfruta de los beneficios que el voto te aporta tanto dentro como fuera del mat.
A cada segundo podemos reafirmarnos en nuestra intención y compromiso con nosotras, cada minuto es una nueva oportunidad para responsabilizarnos de nuestras vidas aceptando nuestras acciones con confianza.
Cosas que hacer ahora para comprometerte con tu práctica
- Crea el hábito gracias a la regla de los 21 días: reserva 21 clases en el estudio (¡no hace falta que sean seguidas!).
- Convence a un amigo con el que compartir yoga y apóyate en él.
- Coloca tu mat y tu ropa de yoga en puntos visibles. No salgas de casa sin llaves ni sin esterilla… 😛
- Cierra los ojos y visualiza el resultado tras haber practicado durante tiempo de manera habitual.
- Crea tus votos.
- Busca un símbolo que te recuerde al voto o compromiso (un colgante, un llavero en el coche, un post-it en tu ordenador…).
- Coge papel y boli y escribe sobre la gran pregunta: ¿por qué hago yoga?
En suca tenemos muy en cuenta el valor del compromiso e intentamos transmitirlo a los alumnos.
Venir a la shalita crea comunidad. Aquí podemos leer tomando un té, conectar con otros yogis, sentirnos como en casa… Y qué mejor que sumarle una buena sesión de yoga para la búsqueda de tu bienestar.
Gracias al esfuerzo y a la perseverancia podrás sentir, observar y comprender todo lo que eres… Si ya lo decía Pattabhi Jois:
«Practice and all is coming…».
Yo digo sí, quiero. Y tú, ¿te comprometes?